Volando voy, volando vengo.

4/6/17 8:16 AM

          Del 28 de marzo al 1de abril estuve en Guatemala por motivos de trabajo. Solo tenía cuatro horas libres el 28, es resto eran sesiones de trabajo de 8:30am a 10:00pm, así que desde Panamá organicé las dos visitas que podría hacer, un restaurante japonés y la Embajada del Japón en Guatemala. Ambos a 500 metros de mi hotel en direcciones opuestas.

          Tanoshii está en las entrañas del Hotel Intercontinental, y a primera vista podría pasar por un restaurante moderno minimalista. Sin embargo, los pocos cuadros de las paredes indicaban su origen japonés.

          Pedí un Meguro Sashimi y un Tanoshii Soba, con el primero no hay forma de equivocarse, es muy difícil dañar un plato que se sirve crudo. El Tanoshii soba era una mezcla de mariscos, vegetales salteados y fideos soba. Todavía tengo mis dudas si era un pseudo ramen o unos fideos con agüita. Como me quedaba tiempo para ir a la Embajada y en casa nunca comemos postre y estando en el extranjero pregunté si había algo.

         La respuesta fue "Banana Tempura", que si bien no suena muy japonés aún así me aventuré a probarlo. ¡Que bueno estaba! En la privacidad de mi hogar no hubiese dudado en lamer el plato hasta dejarlo impecable. La descripción de lo que había comido es esta: Tempura de banana flameado con sake, con una bola de helado de vainilla y una pizca de canela. Simplemente delicioso.

          Salí con el tiempo suficiente para llegar a la Embajada.... pero me perdí, así que cuando llegué al edificio ya tenía cinco minutos de retraso y entre las medidas de seguridad del edificio y la Embajada, se convirtieron en diez. Algo interesante fue que las medidas de seguridad parecen ser las mismas en todas, el scanner de maletas, el detector de metales y la doble puerta de seguridad que hace que te sientas dentro de la bóveda de un banco.

          Había hecho cita con el Sr. Ito, el agregado cultural, pero por algún motivo este no se encontraba. Me reuní con la Sra. Ayumi Sakamoto encargada de becas, conversamos un buen rato sobre diversos temas, sin embargo lo que más le interesaba era el anime y el manga y cómo era visto en nuestro país. También quería saber sobre tiendas de anime, manga y mercancías. Por desgracia, al igual que en Guatemala, la mayoría ya son virtuales y solo pude mencionarle tres, dos en la ciudad y una en Chiriquí, ella estaba planeando un viaje con su familia y quería visitarlas. Por desgracia, una pequeña diferencia entre esta y nuestra Embajada es que los teléfonos se quedan en la recepción, no hay fotos en el recinto.

          Para mayor tristeza, la tienda de anime más cercana estaba a ocho kilómetros del hotel, en una zona menos segura y con poco tiempo para visitarla, por lo que tendré que esperar a la próxima vez que pase por esos lares para contarles.