Turisteando con nocturnidad II... (v. 2.0)
5/2/18 2:00 PM
En la primera salida no encontré el muro del período Edo, pero estaba dispuesto a buscarlo nuevamente. Como nadie se apuntó, tocó hacer el periplo solo.
Lo siguiente que llamó la anteción y me pareció raro, raro, raro fue la comida empaquetada… vamos, que la mazorca vale, pero, ¿a quién se le ocurre empacar un guineo, o un limón?, que ya vienen con empaque natural y ¡no contaminan el ambiente!.
San Google que todo lo sabe me dijo que estaba a menos de un kilómetro del hotel en la dirección contraria del Isaribi Aomono-yokochō, como hacía frío entré en un Lawson y me puse a buscar algo que tomar…
Lo primero que me puse a ver al entrar fueron las revistas y por supuesto lo que salta a la vista son las pornográficas, colocadas a la vista de todos y altura de cualquiera, con un letrerito pequeñito que dice que hay que ser mayor de 18 años para comprarla.
Vale la pena aclarar que yo buscaba mangas, pero en este establecimiento parecía haber poco de eso...
Finalmente encontré una botella de Kubota senju que me pareció agradable. Estas botellitas de Sake cuestan menos de 4 dólares y serían el equivalente a nuestras pachitas, hay de todos los colores, sabores y presentaciones, evidentemente, con mi analfabetismo japonés dejaba que el diseñador escogiera por lo atractivo de la etiqueta. En Japón se puede beber alcohol en la calle sin ningún problema… O por lo menos eso decía uno de los guías… Así que decidí probar.
Mientras iba camino al muro me tocó el momento adecuado, comencé a tomar de mi botella mientras grababa mi final… Y... No pasó nada, nadie dijo nada, los policias ni se inmutaron conmigo, los transeuntes seguían de largo y no les interesaba que el turista este fuese bebiendo a pico de botella en la calle.
Así que seguí mi camino y finalmente llegué al muro.Y si, es un muro, anticlimatico como suena… ¡Pero por lo menos lo encontré!