Reseña: Under-Earth.

10/23/20 7:11 PM

        Acabo de terminar este cómic, que me ha llegado gracias a IDW publishing y debo admitir que los dos libros que he leído de ellos, ambos son para quedarse.

       De dibujo sencillo y grandes cuadros sin mucho texto, este tocho se maneja completamente por la historia, olvídense de una paleta de colores enorme, piensen en cuatro o cinco cuando mucho, tal vez uno más para resaltar algún evento que,  en esos casos, funciona a la perfección. Quiero creer que el autor trató de reflejar cómo sería una vida bajo tierra, sin fuentes de luz naturales, sin árboles, sin animales, sin nada, una vida gris.

       Aquí no hay superhéroes, extraterrestres, monstruos ni nada misterioso, nos encontramos en una prisión subterránea —casi relleno sanitario— con una gran población, dos historias que se entrelazan en un punto específico de la trama y luego siguen su camino. No les puedo decir sin destripar la trama. 

       Eso es precisamente lo que me ha gustado, el cuento, la fábula, la historia. Lo humano de los personajes y lo simple pero cautivadora de ambas líneas narrativas. Debo aceptar que en esta también están esas viñetas vacías de texto, que te permiten observarla con detenimiento y a pesar de tener pocos detalles, te puedes regodear en lo descriptivas que son.

       Lo único malo era que habían dos páginas repetidas, ¡un error de maquetación!, es decir, ¡todo lo demás está bien!, salvo la marca de agua de IDW, que molesta en ciertas ilustraciones más que otras. Las más de quinientas páginas se pasan en un instante, no me fijé en la hora antes de comenzar, pero básicamente han sido dos sentada y eso porque me interrumpieron la primera, que de lo contrario hubiese sido solo una. 

       Este es uno de esos extraños libros que de haberlo ojeado en una librería probablemente lo hubiese dejado pasar de largo, por lo que estaré eternamente agradecido por haber podido reseñar este ejemplar. La que no estará muy feliz será Maru, que ve como la biblioteca no para de crecer, porque señores, al igual que con Invisible Men, este va para la saca.