Me encanta cocinar, inventar platillos e invitar a comer a los amigos... por lo menos antes de la pandemia. El problema siempre ha sido conseguir los ingredientes y si el libro es de cocina japonesa, el nivel de dificultad se duplica al 200%, para mí la única forma de saber si el libro funciona o no, es preparar algunos de los platos que contiene, lo que no es una tarea muy fácil, añadido a esto el hecho de que mi hora de salida y retorno a casa es anterior a la hora que abre la Frutería Mini Max en Paitilla, pues estamos mal.

       Este libro, me ha encantado por un simple hecho, a diferencia de otros tiene fotografías del proceso y el diseño funciona de maravilla. Como dice el viejo dicho, una imagen vale más que mil palabras, y aquí se demuestra, estas pequeñas guías hacen delicias, no solo ilustran sino que le dan un toque más ameno a las recetas. 

       El libro tiene más de setenta recetas, de las cuales tengo en lista para preparar nueve. Y volvemos al problema de los ingredientes a ver si mi esposa los puede conseguir y comenzar la práctica. Y si con estos llueve, con los utensilios no escampa, tratar de encontrar una sartén rectangular ha sido imposible en las tiendas nacionales (búsqueda de internet), tal vez haya una en los almacenes detrás de El Dorado, pero eso es otra historia de horarios.

       Para los que gustan de la cocina y experimentar nuevos platos, este es un muy buen libro, para los que se inician también y ni hablar de los que gustan de la comida japonesa. El nivel de recetas va de sencillo, como en el caso de la preparación del ichiban dashi, a complicados como las croquetas de papas. Son cinco capítulos a saber, “Clásicos japoneses”, “Plato principal de pescado y carne”, “acompañamientos”, “Arroz y sopa” y “Modernizando los clásicos”. El libro cuenta con una página de glosario, que si tienen en libro Oishii - Diccionario ilustrado de Gastronomía Japonesa de Roger Ortuño Flamerich, pues probablemente hagan como yo y ni siquiera la lean.

   El dashi como dije anteriormente fue fácil de preparar, pero entonces estaba el problema añadido de tener que crear algo que se cocinara o cuya receta lo incluyera. Así que escogí el estofado de pollo y vegetales. ¡Ya les contaré cómo me fue!