Acabo de terminar de leer el libro y me ha parecido muy bueno, es un recorrido por la historia del sake desde su elaboración por monjes sintoístas que lo usaban en algunos de sus rituales hasta la época contemporánea. La cantidad de ilustraciones hace que el libro sea atractivo a la vista y permite disfrutar de procesos, lugares y sakes que de otra forma requerirían mucho tiempo de búsquedas en internet. Por no hablar del conocimiento.

        Pero el libro no solo es historia, elaboración e ingredientes. El capítulo cuatro lo disfruté mucho, “How to order and enjoy sake”. Debido a que en nuestro país no es frecuente beber sake y mucho menos encontrar buen sake disponible, las dos veces que estuve en Guatemala aproveché para buscar un par de buenas botellas, gracias a la ayuda diferida del sommelier Roger Ortuño Flamerich. Pero esto ni se acerca a la cantidad de buenos sakes que es posible disfrutar en otros países y ni mencionar Japón.

        Se habla también del sake hecho en el extranjero, en países como EE.UU., Francia o China entre otros, algunos muy buenos otros ni mencionarlos. Pero el libro se toma la molestia de presentarlos, al igual que la acogida que se le está dando al sake en la actualidad.

        En eventos de la Embajada del Japón hemos podido degustar algunos y ya nos gustaría hacerlo más a menudo. Esto nos lleva al final del libro, donde los autores presentan ciento cinco reseñas de degustación de sake... de los cuales solo hemos probado cuatro. Es un libro que recomendaría para los interesados no solo en la historia del sake, sino de la cultura japonesa ya que esta bebida está intrínsecamente ligada a la cultura y el ser japonés.

        Si tuviese que calificarlo, le daría 4 sobre 5, y esto es debido a que me hubiese gustado mucho que ciertas informaciones las presentaran con infografías, el libro es muy completo y puede ser disfrutado por neófitos como su servidor, sin embargo, conversando con Roger, este encontró algunos errores que a los que desconocemos del tema pasamos por alto o peor aún tomamos como verdad. Me alegra contar con un conocedor, sin embargo estoy en minoría y son esos pequeños errores los que pueden dañar la experiencia de un buen Sake.