Como toda buena historia comienza antes de la pandemia, viajemos unos meses atrás. Había pensado hacer un pequeño karesansui —jardín japonés de piedras— en el patio, me puse a buscar los materiales para ir cotizando, malla, piedritas, piedrotas, un lugar en el patio que terminó siendo de 2 x 1 metro, un rectángulo dentro del que estaría la forma del jardincito, y luego llegó Pandy…

       Seis meses después sigo con la idea, así que cuando vi el libro Zen Garden Design de Tuttle, decidí que tenía que leerlo y por ende reseñarlo (para que me saliese gratis) y lo que aprendí ha sido bastante. Si bien no es un libro tipo “como hacer” en él se explican los jardines creados por el maestro Shunmyo Masuno y se describe el porqué de sus diseños, además de presentar claves sobre lo que es un jardín Zen. Jamás me hubiese imaginado el cuidado que pone un verdadero maestro jardinero en sus creaciones, nada es al azar, todo tiene un motivo o razón de ser.

              En el libro se presentan jardines hechos en residencias privadas, edificios y jardines públicos, pero no solo eso, se dan detalles de su construcción y los principios zen utilizados por el maestro Masuno. Es una historia de la búsqueda del balance entre lo que desea el dueño, lo que hay en el lugar y lo que se debe hacer para mantener la filosofía zen dentro del jardín, esto ilustrado con fotografías, maquetas, vistas de la planta arquitectónica y la obra terminada.

       Acepto que aunque el libro me maravilló, hizo que me diese cuenta que lo mío sería un jardín de piedras, no japonés y menos zen, lo que me ha desilusionado un poquito, pero no lo suficiente como para no hacerlo. Probablemente lo que tenía en mente no sea lo que haga al final y esos 2 x 1 mts crezcan mucho más, pero algo que he aprendido es que hay que ver el lugar, conocer el terreno, pensar los materiales a utilizar (agua, árboles actuales, nuevos, piedras, etc), buscarlos hasta encontrarlos y entonces desarrollar en papel antes de comenzar el trabajo. 

       Este libro es de los que se disfrutan una y otra vez, que además se puede releer por el lugar que uno prefiera, sin tener que iniciar siempre desde el principio. Es un libro de consulta, que gustosamente tendré siempre cerca.