Debo agradecer a Humanoids Inc. por permitirme reseñar esta NG, la verdad que el desvelo ha valido la pena.

        Hablar de Bela Lugosi es recordar un ícono de la pantalla de plata, por lo menos para los que tenemos cierta edad. A pesar de ser un fan de su Drácula y saber algunas de sus caídas en desgracia, debo admitir que no conocía o tenía idea de lo dura que fue su vida, en ocaciones por el azar, en otras buscada.

       Esta novela gráfica presenta la vida del actor desde que era un muchacho en Hungría hasta su olvido y muerte en Estados Unidos.

       He reseñado una copia de trabajo, por lo que en ocaciones las imágenes eran a lápiz sin entintado o simplemente delineadas, aún así no tengo más que alabanzas para esta obra. Los trazos son sencillos y la mayoría carecen de color, se usan tonos grises y sepias para relatarnos la vida de Lugosi, en ocaciones las representaciones de los monstruos que él y otros actores caracterizaron son rotoscopias de imágenes de los filmes, por supuesto, esto solo lo notará la persona que haya visto dichas películas.

       Si bien creo que es un libro con un guion excelente y un dibujo de calidad, no se que tan bien resulte con la nueva generación, aquella que solo conoce al Drácula de Gary Oldmad en el Bram Stoker’s Dracula o peor aún, los vampiritos edulcorados de Crap-pusculo.

       En lo personal esta NG me encanta por dos líneas diferentes, como parte de la historia del cine y por ser un cómic. Evidentemente, una búsqueda en amazon del nombre del autor nos muestra un centenar de libros que nos hablarán de su historia personal, su vida como actor o sus películas, las buenas y las malas, pero esta biografía dibujada nos enseña de forma amena todo esto y deja abierta la posibilidad de buscar en otros libros la información específica que nos interese.

       Esta es una historia triste, del encasillamiento de Hollywood con los actores, de esa época y la actual, lo que queda muy bien expresado con uno de los párrafos que abren la historia: 

“Miren bien a este hombre, en otra época fue uno de los actores más famoso del mundo. Hoy es una víctima más de esta ciudad de oropel. Encadenado, usado y olvidado por una industria que le sacó hasta la última gota”