Reseña: Showa a History of Japan.
8/9/21 4:01 PM
Cuando hablamos de Shigeru Mizuki, no hay presentación que valga. Con más de diez premios internacionales y obras como Ge Ge Ge no kitaro, Operación muerte o la popular Enciclopedia Yokai, quien a estas alturas del partido no lo haya leído, debe ponerse manos a la obra.
Esta reseña es de una de sus obras que no ha sido publicada en español, estamos hablando de La historia en cómic de la era Showa (コミック昭和史, 1988-1989). Narrada en cuatro volúmenes divididos así: 1926-1939, 1939-1944, 1944-1953 y 1953-1989. Cada volumen tiene de 500 a 560 páginas y dependiendo de la dedicación a la lectura y tiempo libre, puede tomarnos fácilmente un día. A este servidor le llevó siete días aproximadamente ya que nos deteníamos a hacer anotaciones y leíamos durante la noche cuando las peques dormían. Debido a lo extenso de los tomos decidimos hacer reseñas independientes de cada uno de ellos.
Una visión global
Showa se caracteriza por una narración de dos fábulas paralelas, la primera es la de los eventos históricos ocurridos, con notas en los bocadillos, a pie de páginas y una gran cantidad de notas al final del libro, —esas siempre las he odiado porque significa ir de adelante para atrás y corta la fluidez de la lectura, además debo usar dos separadores para cambiar las páginas sin perderme—, en este caso por lo extenso de algunas es evidente que el colocarlas con las imágenes habría causado una reducción de las mismas o desperdicio de papel. Además de estos datos “bibliográficos” los dibujos que se presentan son bastante sobrios para los que el autor nos tiene acostumbrados, e incluso ciertas imágenes son rotoscopias de fotografías o ilustraciones de la época.
La historia paralela es desde el punto de vista del propio autor y cómo los eventos le afectaron, ahí vemos el trazo reconocible de Mizuki y a pesar de lo distante de ambos tipos de ilustraciones la historia fluye perfectamente.
A partir de la página noventa del primer tomo aparece un personaje familiar para los lectores de Ge ge ge no Kitaro, Nezumi Otoko quien fungirá como narrador para: “explicarnos las partes de difícil comprensión” de la fábula. El libro reseñado es en inglés, se ha mantenido el formato de lectura japonesa, sin embargo las onomatopeyas fueron cambiadas a nuestro alfabeto.
Volumen 1, 1926-1939
Quien espere una fábula concisa, una historia con principio y fin, con lógica narrativa, mejor que se busque otra cosa que leer. Si algo he podido sacar en conclusión es que Showa es historia pura y dura por un lado y narración de recuerdos y vivencias por otro.
Es una excelente forma de conocer sobre este período de sesenta y tres años aproximadamente y los hechos que ocurrieron en Japón. Evidentemente es mucho más ameno de leer para alguien que quiera iniciar sus conocimientos de historia de Japón sin tener que meterse en un libro académico, que evidentemente será necesario para profundizar sobre diversos aspectos.
Este libro me ha enseñado mucho, por ejemplo, todos hablamos del famoso terremoto de Kanto (1923), pero no lo que esto significó para Japón, como la economía se les fue al garete durante tres años, quiebra de bancos, perdida de trabajos y el hundimiento en la miseria y pobreza de cientos de miles de personas. Y luego al recibir el oleaje causado por la gran depresión de Estados Unidos en 1929, el panorama pasa de mal a peor. Además, la inestabilidad política y económica lleva a muchas personas al suicidio.
También deja en claro, como el período Meiji y Taisho sacaron a los samuráis de la vida pública, pero no de la psique de los japoneses, la era Showa se caracteriza por golpes de estado por una cúpula militar que anhela mantener su poder, asesinatos y rebeliones están a la orden del día, purgas y fascismo rampante es lo que se respira en esos primeros años, la política imperialista y anexionista de Japón hace que se consideren con el derecho divino de “unir” Asia bajo su ala. Showa, que podría traducirse como “Paz iluminada” o “Japón radiante” termina por ser un período de guerras para hacerse con colonias en el continente en China, Corea, Rusia y las islas del pacífico, masacres y auto-ataques como excusas para su expansión.
Volumen 2, 1939-1944
Algo que olvidé mencionar es que cada uno de los volúmenes tiene una introducción por Frederik L. Schodt, y este menciona como un mangaka al que entrevistó le explicó el porqué tantos trabajaron en la propaganda durante el período de guerra y la respuesta fue sencilla, muchos se comieron el cuento de la “Gran Esfera de prosperidad del este asiático” impulsada por Japón, que supuestamente eliminaría el imperialismo occidental acantonado en India, Hong Kong y otros lugares del continente e insulares; lo que no se esperaban es que fuese reemplazado por el imperialismo japonés de la época.
El volumen dos es verdaderamente impresionante, debo admitir que gracias a la propaganda gringa y la falta de buenas clases de historia en la escuela siempre pensé en Pearl Harbor como un incidente aislado y no como lo que fue, el inicio de una invasión a diversos territorios como Hong Kong, Guam, Singapur y muchos otros por parte de la maquinaria bélica japonesa, este tomo se concentra básicamente en la guerra del pacífico lo que desde mi punto de vista lo hace muy interesante en especial por lo pormenorizado de los hechos ocurridos y como el gobierno militar comienza a mentir a los ciudadanos cuando la situación se pone color de hormiga. Se repasa además la vida de Mizuki de golpe a golpe mientras está en el servicio militar, y se menciona de manera sucinta que su hermano será juzgado como criminal de guerra una vez esta termine.
Este tomo ha venido más cargado de historia lo que lo hace una delicia, la narración de las peripecias de Mizuki sin embargo no es tan entretenida como en el volumen anterior, por supuesto, la guerra y los abusos nunca serán divertidos.
Volumen 3, 1944-1953
En el volumen 3 se toca el final de la guerra en el pacífico, la innecesaria pérdida de vidas por la política kamikaze de la “muerte noble” que adoptaron los altos mandos japoneses e impusieron a la tropa. Los que hayan leído la obra “Operación muerte” (y que nos parece un título malo e incomprensible en comparación con la traducción al inglés “Onward Towards Our Noble Deaths” encontrarán ciertos paralelismos). Miles de sacrificios humanos que podían haberse evitado con la rendición de la tropa que al final debían que escoger morir por el fuego enemigo o ser considerados traidores y morir por ordenes de sus superiores. Es la parte dura que vive y cuenta Mizuki, pero a estos hechos los podríamos considerar ‘externos’ ya que el autor también deambula por sus propios infiernos, los malos tratos de sus superiores, enfermar de malaria unas cuantas veces, casi ser acusado de traición al ser el único sobreviviente de su unidad y la pérdida de su brazo izquierdo por una explosión.
Si creyese en los kami, pensaría que él era uno de sus humanos preferidos. Pero no todo es dolor, la amistad que forjó forjó con una tribu en la isla donde estaba acantonado nos da un respiro y permite por segundos relajarnos y olvidarnos de la crueldad de la guerra.
Los bombardeos de Hiroshima y Nagasaki pasan prácticamente desapercibidos, una o dos hojas cuando mucho y a pesar de ser algo de sobra conocido en nuestra época, para Mizuki fueron hechos que ocurrieron lejos de su día a día, no así los años que vivió y sobrevivió en la guerra del pacífico.
Después de la guerra, la narración recae más en la vida de Mizuki, las operaciones a las que tuvo que someterse en lo poco que queda de su brazo izquierdo, el trato que se le da como ex combatiente donde se refleja una mezcla de vergüenza por haber sobrevivido y odio por haber perdido la guerra. Sin embargo, resulta interesante como el autor se aferra a la vida pasando por trabajos como tendero y vendedor de pescados para poder pagar sus estudios en la Universidad de arte de Musashino, la relación que mantiene con su familia y los pocos amigos que sobrevivieron la batalla. El tomo cierra con su inicio como dibujante de kamishibai en su época dorada y como la llegada del “Electric kamishibai” (la televisión) apunta al declive de los teatros de papel. En este momento de incertidumbre le llegan noticias de un nuevo medio en el que puede trabajar, el manga.
Volumen 4, 1953-1989
Y llegamos al volumen 4, el cierre del período Showa, ahora nos enfrentamos al 90% de la vida de Mizuki y el 10% restante son hechos que a pesar de ser trascendentales ocupan menos espacio y son mucho más variopintos.
Vivimos la agobiante vida del mangaka y sus extravagantes sueños, a pesar de conseguir fama esto se convierte en fuente de agobio como él mismo lo explica. Conocemos a un Mizuki que piensa seriamente si su felicidad va de la mano con lo miserable de ser mangaka. En ningún momento se nos presenta una vida de grandeza o lujos como esperaríamos en la actualidad y lo más cercano que tenemos de saber de su éxito es el premio que le otorga Kodansha.
Visitamos a sus amigos en Nueva Guinea, algo que según se cuenta hizo varias veces, una marca definitiva que dejó la guerra en él y vemos cómo pasa el tiempo tanto para el autor y su “familia en la isla” que quedó con la esperanza de que volviese a vivir con ellos.
Aquí visitamos al Mizuki maduro, con sesenta años aprende o comprende lo que es importante en la vida y enfoca sus esfuerzos a eso que tanto le ha fascinado e influenciado durante su vida, los yokai. También presenta una visión más clara de lo que la guerra hace a la humanidad como los intereses de un país pueden sobrepasar los intereses por el bienestar de su gente, los años le dan la claridad de hablar de lo sucedido, a sabiendas que no se puede cambiar el pasado, pero con la severidad de conocerlo y aprender de él para no volver a cometer esos errores en el futuro.
Este tomo viene con una sorpresa adicional, en la colección original editada en Japón en 1988-1989 se incluían páginas en color que servían como introducción a ciertos “episodios”, aquí vienen todos juntos y son un estupendo cierre para el libro.
Para finalizar...
No puedo más que hablar maravillas de esta obra, es un texto histórico en toda regla con el beneficio añadido de las ilustraciones, los tres primeros tomos tratan de la peor parte de la era Showa, los conflictos bélicos que tiene Japón y que desembocan en la guerra del pacífico, luego el cuarto tomo —que abarca 36 años— se convierte en una serie de hechos trascendentales que parecen no tener relación entre ellos, son como “cositas históricas” con poca o baja relevancia, en especial si lo comparamos con los anteriores que se sentían densos, opresivos y con un macabro hilo conductor.
Es una obra que no dudo en recomendar, el único problema que encontré fue con el grueso de cada libro. Mientras que la primera edición en Japón constaba de ocho tomos, en Canadá se hizo de cuatro y el tener un tocho de quinientas y tantas páginas hace que sea un poco difícil de leer, lo más cómodo era hacerlo sentado en la mesa del comedor o sentado en la cama usando una almohada para sostener el libro, no como acostubro a hacerlo acostado con el libro entre las manos. Además, las citas a final de libro no ayudan mucho, siendo tantas se termina en una suerte de ir y venir para saber de qué o quién se está hablando.
A pesar de esto, no dudaría en comprarla en español si algún día fuese editada, el solo hecho de tener acceso a una versión tan detallada de los sucesos de la guerra del pacífico, —que gracias a los gringos da la impresión que de Pearl Harbor se salta a la invasión a Okinawa y de ahí a los bombardeos atómicos— hace de estos libros un lujo.