De cómics en Buenos Aires.
4/9/23 12:42 PM
El final del curso IDCLAT (International Deans’ Course Latinamerica 22/23) se llevó a cabo en Buenos Aires, Argentina y a pesar de ser de 8:00am a 6:00pm, lo que dejaba una franja muy pequeña para cualquier cosa, pude entre las 7:00 y 9:00pm y un día a la hora del almuerzo visitar tiendas de cómic.
La Revistería (700 mts. del hotel):
Tuve la oportunidad de visitarla dos veces, la primera fui con el Tío Fofo en plan de conocer el lugar y averiguar por los tomos de manga, cómic argentino y cómic americano que me interesaban. El lugar es espectacular, no en vano se ganó un Eisner a mejor tienda de cómics en 2019 y es que sus casi tres alturas y la ingente cantidad de libros y mercancías que tienen te deja con la boca abierta.
Cuando entras te encuentras rodeado por dos paredes de libros que van de piso a techo y pueden ser fácilmente cinco metros de altura, ahí en frente tienes la caja y una escalera que te lleva a la primera altura, rodeado de más libros, figuras y funcos. Este es un lugar para perderse su buen par de horas por lo que hay que ir preparado.
Al entrar te rodean paredes de libros que van de piso a techo y apenas llegas a este nivel el personal te pregunta si necesitas ayuda y lo más hermoso es que al decirle que no la respuesta fue: «Si necesita algo llámeme» y se alejó, nada de andar presionando ni pisando los talones, el cliente a sus anchas, pero con la seguridad de la ayuda en caso necesario.
En el tercer nivel hay una cafetería, ahí me senté a tomar una soda mientras veía toda la tienda, es una cafetería privilegiada que te hace sentir como en la casa que quisieras vivir. Después del refresco llamé a Mateo, pero al ser pasadas las ocho terminé siendo atendido por los tres «Revisteros», contadas excepciones conseguí el 60% de los cómics que buscaba.
La segunda vez fui a quedar con la colega de la RIIAM Analia Lorena Meo, fuimos directamente a la cafetería y conversamos sobre diversos temas, el ambiente se presta, vayas a comprar o no, es un lugar que para los amantes del cómic funciona para la charla amena y en nuestro caso, colegas e investigadores del anime y manga, también. La Revistería es una visita obligada si estás en Bs. As., así seas seguidor del cómic o no.
Entelequia (900 mts. de la Universidad):
A esta fui precisamente por un manga que no encontré en la anterior, al escribirle si lo tenían, enviaron una foto del mismo por WhatsApp, el tomo 1 del hit de Toshio Maeda «Urotsukidoji», aproveché y compré los tres tomos disponibles pensando que eran los que cerraban la historia —Luego en La Revistería Analia me confirmaría que son cuatro tomos—.
Cuando pregunté por el mismo me mandaron al sótano, lo que me trajo recuerdos de España, aquí conseguí los libros que no tenían en la anterior, pero como estaba en la hora de almuerzo no pude quedarme tanto tiempo a rebuscar en las estanterías, igual encontré un par de medias de las chicas súperpoderosas para Maru y otros tomos que no conseguí en la primera, pero era cosa de pedir, entregar y a correr de regreso a la U.
Sector 2814 (850 mts. del hotel):
Desgraciadamente no tengo fotos de esta, fui a acompañar a una colega quería conseguirle el cómic Argentino «Malvinas, el cielo es de los halcones» a su esposo —el mismo que Analia me regaló— y yo no podía desaprovechar la oportunidad de visitar otra tienda. La colega guatemalteca María Regina salió con más cómics de los que fue a buscar, yo encontré uno de Enki Bilal que me interesaba, pregunté el precio y por ahí mismo me dio por preguntar sobre uno que no había encontrado en las dos tiendas anteriores «La mujer de al lado» de Tsuge, y al decirme que estaba disponible, pues tocó escoger y ganó Tsuge (para los que no sepan quién es este autor, pues estoy preparando un artículo sobre él, ya les dejaré saber cuando salga). A final de cuentas solo hubo un cómic que no conseguí y que tocará tratar de pillar con alguien en España o México.
Los paseos a las tiendas me emocionaron, el cómic sigue vivo en Latinoamérica y aproveché el poco tiempo disponible no solo para visitar las tiendas sino para pillarme unos cuantos cómics argentinos, quedó pendiente la versión definitiva de «El Eternauta» que se cocina por estos días, esa que solo necesita 36 páginas del original para ser la primera versión que vio la luz en la década de los 50 del siglo pasado.