Quiero agradecer a Tuttle Publishing por permitirme leer este manga, basado en la novela de Ryunosuke Akutagawa, “Hell Screen”.

        Hell Screen es una novela de Ryunosuke Akutagawa, para los que no le conocen, en Japón se le considera el padre de de las historias cortas, pero si ni eso le suena, tal vez esto lo haga, él escribió Rashomon, sí, la que reseñamos hace un rato y que además fue convertida a película por el Maestro Kurosawa.

        Pero a lo que vamos, leí la novela hace tanto, tanto tiempo, que ni lo recordaba, pero se sintió muy bien el ir teniendo esa sensación de familiaridad, recordando cosas, y finalmente saber que sí, la había leído. Después de esto puedo decir que la guionización de novela a novela gráfica ha funcionado muy bien.

        En cuanto a las ilustraciones, pues son excelentes, fueron precisamente estas las que me hicieron recordar la novela y si bien siempre consideraré que se pierde un poco de lo que uno se imagina a lo que se plasma en las ilustraciones hay una gran brecha, aún así, vale mucho la pena leerla, en especial si nunca tuvo un acercamiento a las obras de Akutagawa.

Hell Screen es definitivamente un muy buen manga y recientemente Tuttle ha sacado varias novelas en este formato, atrapando a un sector del mercado que probablemente les habría sido difícil, sino que imposible, el leer estas historias. Me ha gustado tanto este formato que me he pedido otra obra de literatura japonesa, también en manga, que les reseñaré después de terminar con la maravilla que ando ahora mismo. A los que me leen, les recomiendo sin lugar a dudas esta novela gráfica, manga, obra literaria, lo que usted quiera llamarle, eso sí, sepa que a diferencia de lo que nos tienen acostumbrados en occidente, el final de Hell Screen es bastante duro.