Quiero agradecer a NBM Publishing por permitirme leer Audrey Hepburn, novela gráfica.

       Siendo fan del cine, me he visto varias películas de la maravillosa Audrey Hepburn, entre mis favoritas por supuesto Roman Holiday (1953), Breakfast at tiffany (1961) y Wait until dark (1967). Pero, siendo fan de las pelis, no soy frikifan de los actores, así que nada sabía de la vida de Audrey, por lo que me vino muy bien.

        A lo que vamos, la guionización de  Audrey Hepburn está muy bien, a pesar de desconocer su vida, al terminar se queda uno con dos sensaciones, la primera es que de forma amena te has podido acercar a la vida de la actriz, tanto la parte profesional como la personal y convivido con ella en sus altos y bajos, de fácil lectura la narración nos lleva desde su niñez —estos son ocasionales y en forma de analepsis— hasta su edad adulta, la lectura es como una brisa fresca y está dividida por capítulos que no s enseñan parte de sus experiencias según su edad. Leer Audrey Hepburn es relajante, tal vez por ese día a día que se encierra dentro de la normalidad cotidiana, a pesar de lo que podríamos pensar sobre una estrella de cine, algo que nos queda claro es que Audrey tenía los pies bien puestos sobre la tierra.

        Las ilustraciones van de la mano con la historia que se nos narra, son sencillas sin muchos detalles, coloridas y lo más importante, permiten que los lectores nos centremos en la historia al tiempo que disfrutamos de las imágenes. Acompañan la narración sin imponerse ni pasar desapercibida, colores suaves sin tonos estrepitosos que nos llevan por nueve capítulos que resumen la vida personal y profesional de Audrey.

        Audrey Hepburn es una novela gráfica que vale la pena, no está dirigida a los fans de la actriz sino a el público en general, divertida, agradable y sobre todo una herramienta para conocer más sobre la vida de alguien que dejó su huella en la pantalla dorada.