Reseña: 1949

3/25/24 10:00 AM

Quiero agradecer a Image Comics por permitirme reseñar esta 1949, novela gráfica que viene con sorpresa.


        Lo que captó mi atención de esta novela es el aspecto gráfico, la historia se desarrolla en 1949 —de ahí el título—, sin embargo nos transporta 200 años en el futuro en saltos que dependiendo del punto de vista podrían ser flashbacks o flashfowards.

        1949 va de asesinatos, o más bien de detectives de policía que tratan de resolver una serie de asesinatos ocurridos en 1949, pero por policías del 2149. Lo más importante es que esta historia del presente-futuro o del pasado-presente no se mete en cuentos espacio temporales ni paradojas, aquí hay que resolver un crimen y punto.

        La narración trabaja como se espera, se presenta los personajes, los asesinatos que se deben esclarecer y se resuelven al final, listo, sin embargo también podemos apreciar un cambio, un crecimiento en nuestro personaje principal, quien al final de la historia comenzará un viaje hacia lo que es más importante.

        El aspecto gráfico separa de muy buena forma ambos períodos de tiempo, en 1949 las locaciones, objetos y personajes son en blanco, negro y tonos de grises, mientras que en 2149 se trabaja con una paleta de color completa. El nivel de detalla se mantiene excelente en ambas épocas y a pesar de estar acostumbrados a los colores en los cómics, no se echan en falta en "el pasado", además se mantienen las historias separadas y en poquísimas ocaciones encontramos paginas que cambien de BN a C y viceversa. Los detalles en la ilustración del autor son de apreciar, en especial la arquitectura futurista, que poco varía de lo que vemos en la actualidad.

        1949 es una muy buena obra tanto en el apartado gráfico como en la historia que narra. Pero, como dije hay algo especial en ella, si bien una de las cosas por lo que solicité me la enviaran era por ser ciencia-ficción y que me gustó lo de mezclar las imágenes grises con las coloreadas. Pero, la sorpresa fue que mientras leía descubrí que la protagonista, la Detective Sebastiana Blank... ¡es panameña!, pero el autor no solo dice que es panameña, sino que habla de su juventud en los cafetales y algo que me llamó mucho la atención es que al probar un mango clonado en el 2149, dice que el sabor no era como el que recordaba. Vamos, que el que no sabe de café y mangos en Panamá, no es panameño. Por esta razón hice lo que se me da bien, buscar al autor hasta encontrarlo, escribirle y preguntarle cómo y porqué se le había ocurrido crear un personaje de mí país.

        Su respuesta fue tan simple como la navaja de Occam, Dustin Weaver respondió: «Decidí que el personaje debía ser de otro país. Mi esposa vivió dos años en Panamá, y lo consideré, entre más lo pensaba, más me gustaba cómo quedaba.»


       Misterio resuelto, además he puesto un poco más grandes las imágenes para que puedan leer los bocadillos específicos (Click boton derecho, abrir en ventana nueva y ahí pueden ampliarla). Para los interesados, 1949 se puede conseguir en formato físico y digital.