Quiero agradecer a Vault Comics por permitirme reseñar esta novela gráfica, Unnatural Order Vol. 1: The Prisoner.

      Unnatural Order Vol. 1: The Prisoner es la unión de los primeros cuatro cómics Unnatural Order. Dicho esto, debemos decir que este es uno de esos cómics que te deja queriendo saber como terminará la historia. Este es un cómic que funciona tanto en su guion como en la calidad de las ilustraciones.

        Comencemos con el guion, la historia parece llevarnos al pasado y en el momento que estamos familiarizados salta a lo que podríamos llamar el presente, que en realidad resulta ser una analepsis —flashback—, nos devuelve a esa línea del pasado y cuando estamos medio cómodos con esta mezcla de pasado-presente, nos echa un balde de agua fría haciéndonos saber que lo que creíamos que era el pasado, es en realidad el presente que ha sido distorsionado por el antagonista.

        Sí, suena a enredo, pero a medida que se avanza en Unnatural Order Vol. 1: The Prisoner es bastante comprensible, ahora, si a la historia unimos la excelente calidad de sus ilustraciones, terminamos con una obra bastante sólida en nuestras manos. La figura humana, el entintado, la paleta de colores y los tipos están hechos para ser admirados. Las expresiones faciales de los personajes son muy realistas y permiten leer las emociones de los personajes sin tener que leer los bocadillos, junto a esto, los colores utilizados son una maravilla, en su mayoría se tratan de difuminados de un tono a otro más oscuro o claro, además de un color a otro.

        Pero, no es solo eso, se aprecia algún tipo de texturas —evidentemente digitales—, pero además, en ocaciones los entintados crean texturas propias que junto a los colores son una maravilla.

        Como lo dije en un principio, esta novela gráfica es una maravilla por donde se mire, tocará esperar a que salga el siguiente volumen, pero algo que les puedo decir es que no he tenido el valor de buscar si es una obra cerrada o no, porque a pesar de las ganas de saber que sucede son grandes, también sería un pesar el saber que está cerrada… o peor aún, que no ha terminado.