Quiero agradecer a Drawn & Quarterly por permitirme disfrutar con este compendio del gran Yoshiharu Tsuge.

        Oba Electroplating Factory  (Fábrica de galvanoplastia de Oba) es un compendio de siete historias creadas entres 1973 - 1974 a saber:

1. Boarding house days

2. Oba electroplating factory

3. Someone I miss

4. Realism Inn

5. The incident

6. Wasteland Inn

7. Yoshio´s youth

       Además de un ensayo de Ryan Holmberg sobre el autor.

         Iniciamos por su estilo, Tsuge tiene un buen manejo del lápiz y aunque en nuestros tiempo da la impresión de un trazo infantil, solo con observar las representaciones del entorno, la gestualidad de los personajes y el nivel de detalle queda claro que su estilo es propio —a diferencia de lo que vemos actualmente—. Ese estilo que se mantiene en todas sus obras hace que prime la historia que se narra y no las ilustraciones que lo hacen, su trazo es reconocible, tanto así que puede identificarse en viñetas solas.

        Sus historias como siempre son facetas de la vida real, donde los personajes interactúan o se enfrentan contra su sino y a diferencia de una historia de acción, con Tsuge este enfrentamiento puede terminar como comenzó o peor, no hay milagros al final de la narrativa e incluso, en ocaciones diríamos que ni siquiera hay un final per se.

        Con tintes autobiográficos, las historias que narra son de personajes olvidables que existen y subsisten en una vida de mi... tratando de llegar al día siguiente a pesar de los encontronazos que se dan, esto es un buen resumen de la historia que da título al compendio. Otras son pasajes de la vida misma, hechos que ocurren sin pena ni gloria y que bien pasarían desapercibidos de no ser porque han quedado plasmados en papel gracias al autor.

        En lo personal me ha encantado Wasteland Inn, porque lo siento como un reflejo de mi época de estudiante en el extranjero, en las pocas ocasiones que podía darme el lujo de visitar algún lugar.

        Yoshiharu Tsuge es un referente en el manga y eso queda palpable cuando al leer sus historias —algunas con más de cincuenta años— que podamos relacionarnos con ellas y sentir una afinidad a esos personajes desvencijados por la vida. Oba Electroplating Factory  es un manga que bien vale la pena tener y disfrutar.