Quiero agradecer a Dark Horse Books por permitirme leer Yellow, novela gráfica bélica.

        Yellow es una distopía, que no debemos extrañarnos que suceda antes de mediados de siglo, una nueva guerra civil en estados unidos, secesión de estados y rompimiento del país, algo de lo que muchos historiadores hablan que sucederá.

        El acabado gráfico está bien, cumple con su función de ilustrar la historia, no gustaron especialmente las páginas que son de noche y la iluminación es escasa, jugando con tonos naranjas para representar el fuego y azules o violetas para una iluminación más tenue como la de la luna.

        Los personajes comunican, sin embargo no tienen un nivel de detalle impresionante, es un dibujo simple de pocas líneas que intenta comunicar la historia y no crear viñetas que sean una obra de arte.

        En esta obra hay dos hilos narrativos, uno del personaje principal que al completarse, surge el segundo, llevado por este mismo personaje, pero que es dirigido al secundario.

        Si bien en un principio la historia está muy bien, cuando vemos las vicisitudes del personaje principal, a medida que avanza y se llega al secundario comienza la sensación de que esto no acabará bien, y por lo menos no lo hace para nuestro gusto, es el final feliz clisé de siempre y que molesta un poco porque sientes que hace que la historia pierda mucho.

        Además, vivimos en una época en la que el genocidio lo vemos en directo y sabemos que eso de finales felices en una guerra solo pasa en las películas… y este cómic por lo visto.

        Yellow pasa sin pena ni gloria, una historia que en un principio podría haber dado para mucho termina diluyéndose en una historieta que busca agradar a los lectores con un final que parece imposible que suceda en la vida real. Entretenida, pero no memorable.