Reseña: My name is Shingo Vol. 4

1/29/25 10:23 PM

Quiero agradecer a VIZ Media porque no ha fallado en enviarme cada tomo de My name is Shingo desde que salió al mercado.


        A estas alturas del partido nos tenemos que dedicar directamente al guión, el estilo de ilustración de Kazuo Umezz se ha mantenido en los cinco volúmenes que llevamos. Pero lo importante aquí es el guion y tenemos que sentarnos a hablar de eso...

        My name is Shingo fue serializada entre 1982-1986, hace cuarenta años y poco, eso significa que tenemos que comprender el contexto de la narrativa que se nos presenta y encapsularla dentro de ese concepto histórico. Si bien el horror y el suspenso de la misma se mantiene, lo que se habla o hace nuestro protagonista tecnológico ha envejecido como la leche.

        Estos cuarenta años echan por la tierra muchas cosas, pero la que más puede chocar desde la perspectiva del 2025 es que esta computadora devenida en robot se mueva a sus anchas sin tener que recargarse casa cinco minutos. Vivimos en una época en que al pinche celular hay que conectarlo cada 24 horas o menos para que funcione y este mega-tocho de robot anda a sus anchas, mojándose en la lluvia, golpeándose, cayendo en desagües y ¡nada!

        My name is Shingo funciona siempre y cuando usted sepa que fue escrita hace tanto tiempo y olvide todo lo que sabe de computadoras en este momento. Si lo logra está ante una muy buena historia y por ejemplo, este volumen ha sido completamente tratando al "monstruo", lo que nos aleja de los personajes humanos y nos permite explorar la otra cara de la historia vista desde la máquina.

        No tengo idean cuándo terminará, pero algo que me fascina es la capacidad que tenían los mangakas de aquella época de mantenernos deseando saber qué sucederá al final.