Quiero agradecer a Image Comics, quienes me han permitido reseñar Violent Flowers.

        Hoy toca hablar de vampiros, vampiros catalanes… Bueno no, Vampiros en Catalunya. El guion es una mezcla de amor y venganza, donde el hilo conductor como en muchas ocaciones es la venganza.

        Alguien esta matando a un grupo de chupasangres, todos saben quién es, el problema es encontrarla y detener las hostilidades. Las acciones se desarrollan en Barcelona, lo que es uno de mis puntos débiles porque me encanta la Ciudad. Los personajes están muy bien creados, se siente la profundidad en ellos y en ocaciones dan ganas de saber más, aunque eso queda para otra NG. La presentación de los personajes es poco a poco, lo que nos da tiempo de degustar sus diferencias y puntos de vista, además, el personaje principal tiene un aura de misterio que le funciona muy bien y sus motivaciones están claras.

        En el aspecto gráfico las ilustraciones de Violent Flowers por parte de María LLovet me encantan desde la primera vez que vi su trabajo en Crave.

        La figura humana es simple y aún así las expresiones de los rostros funcionan a la perfección y transmiten las emociones y sensaciones sin problemas. La paleta de color, a pesar de resultarme extraña no incomodo y cumple con su función estética. Los fondos —de haberlos— son sencillos, pero en su mayoría hay un gran vacío que resalta a los personajes sobre el lugar, y la verdad es que no estrañamos los detalles del fondo, lo que no habla de lo bien llevada que está la historia.

        La unión de ambos funciona a la perfección, es más, la introducción del personaje principal deja puertas abiertas a otras historias, que tristemente no sabemos si podremos cerrarlas en algún momento, eso depende de la autora. Esta es la versión “integral”, es decir son todos los cómics grapados juntos y eso nos da la ventaja de que nos trae algunas sorpresas como entrevistas con la autora y las portadas con las que salió al mercado, pero lo más importante a nuestra consideración es la promesa de profundizar —en algún momento— en ese personaje principal que tanto nos ha gustado. Tanto es así que quedaríamos como lo frikis que somos pidiendole a la autora que nos la trazara en un cómic comprado especialmente para ello, eso o en una página para luego poder enmarcarla y guindarla en la pared.

        Papel o digital, es un compendio que vale la pena, quiero suponer que existe una versión en español del mismo, tiene más que lógica, pero esta que nos ha tocado no lo es. Aún así, es una NG que tienen que pillar y disfrutar.