Quiero agradecer a VIZ Media por permitirme reseñar, My name is shingo vol 5.

        De verdad que hay mucho de qué agradecer, este es el quinto volumen de una serie de tochos y con el actual tenemos aproximadamente 600 páginas de historia para reseñar y lo que podemos decir es que aquí el guión de Umezz se pasó tres pueblos, es el tomo más loco, más extraño y con mayor cantidad de líneas narrativas que he visto hasta ahora y a pesar de todo eso, deja completamente por fuera el protagonista masculino y se centra en las desventuras del femenino, las hazañas casi fumes del robot «Shingo», que por desgracia han envejecido muy mal después de casi cuarenta años —el original se editó entre1982 y 1986—, unos nuevos personajes más malos que patear a una abuela y un inglés cuya característica principal es ser un pedófilo.

        Después de ver la cantidad de maromas extrañas de este tomo  no tengo pruebas pero tampoco dudas de que fue una forma de estirar la historia, pero muy extraña y salida completamente de la tangente, el problema adicional es que ya ciertas características de su trazo comienzan a incordiar un poco, como el personaje de color negro que aparece en la historia, no se si tomarlo como una broma o desconocimiento total.

        En fin, que creo que este es el último tomo de Shingo o eso es lo que parece, ya no se por donde agarrar la historia y creo que al perder la línea narrativa y meter estos entremeses me ha hecho decidir no seguirla, aún así, Umezz es un buen mangaka, pero Shingo no es para mi.

        Si usted es fan del autor también debe decidir si se va por la versión impresa que ya suma más de 2000 páginas o la digital que le cabe hasta en el teléfono.